Por Guillermo Galantini
Estas empresas, cuyos manejos combinados (estatal y privado) en dos modos tradicionales de la democracia burguesa, han demostrado su total agotamiento. Las fabulosas ganancias que para los Chamas significa vender y mercantilizar nuestra agua y, la extraordinaria improvisación, corrupcion y olvido que implica el tratamiento energético en Corrientes, son la muestra más elocuente de los vicios y descomposición de un régimen incapaz de fijar control y calidad.
La crisis de la DPEC es menos una crisis técnica y sí de su manejo político. Lo es por las imposiciones y determinaciones de la nación cuanto por la burocracia provincial. Un capitalismo en decadencia, que desde Menem para aquí -aplica sin restricciones, frenos ni critica de ningún sucesor- una política de rentabilidad y traspaso a las multinacionales que se llevan todos los beneficios, descalabrando y empobreciendo a las distribuidoras provinciales –como la DPEC que, saqueada por la voracidad y oportunismo de los gobernantes provinciales, no puede unir un cable y solo se prepara para el gran cortocircuito.
Del otro lado, y con la legalidad usufructuada de un contrato leonino con la provincia: Aguas de Corrientes, sin dudas el paradigma del capitalismo criollo: cero inversión, cero responsabilidad, cero servicio = fabulosas ganancias.
Esta empresa, abanderada en el traspaso de un patrimonio público como el agua, todavía se jacta de su impunidad diciendo, en el 2010,que no va hacer ninguna inversión.Con este mejunje de empresas que administran bienes sociales, queda al descubierto que las soluciones tienen que ver con lo político. Bajo esa comprensión surge, con más vigencia que nunca, una salida con medidas socialistas. Lo que desde Monte Caseros venimos impulsando, es la rescisión del contrato a la empresa Aguas de Corrientes para ponerla a funcionar bajo un nuevo régimen estatutario, donde el control de la misma esté administrado por un directorio constituido por los trabajadores y usuarios.
Los primeros por ser quienes conocen el manejo técnico-operativo y los segundos por ser quienes reciben los beneficios. Esta es la manera más correcta para controlar una empresa de AGUA POTABLE a favor del pueblo y no de los pulpos locales que mercadean con nuestro derecho al agua.Merece ser destacado que, para impulsar la rescisión del contrato, bajo la consigna Fuera Aguas de Corrientes. Por una gestión de Usuarios y Trabajadores.
Es necesario la coordinación con organizaciones sociales, obreras, estudiantiles y políticas; es por eso importante sumar, con métodos de movilización social a los disconformes con que el agua esté en manos privadas. En Monte Caseros, con mucho éxito, venimos llevando una campaña de levantamiento de firmas en barrios y lugares claves de la ciudad y es el camino que hemos iniciado para avanzar hacia lo que exponemos en este articulo.
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