EN EL PSIQUIÁTRICO
En la madrugada de ayer encontraron muerto, en su cama del Hospital Psiquiátrico San Francisco de Asís, a Carlos González, el joven a quien tiempo atrás se había liberado del cautiverio al que lo sometiera su madre, quien lo mantenía encadenado a la ventana de su habitación.El joven vivía en el Bº Río Paraná y el 21 de enero fue trasladado al hospital, mientras que su madre era investigada por abandono de persona.
El hombre, de 30 años, había sido rescatado por la policía de Corrientes, luego de ser sometido por voluntad de su madre y su padrastro, a un cautiverio en condiciones infrahumanas, durante el cual permanecía encadenado a una ventana del domicilio que compartía con ellos en el barrio Juan XXIII.
El hecho se había descubierto gracias a la denuncia realizada por vecinos, y al momento de arribar a la casa, la policía había hallado al discapacitado encadenado a la reja de una ventana, desnudo y en estado de abandono.
González fue rescatado en absoluto estado de abandono. Algunos vecinos dijeron a la prensa que llegó al lugar, que tanto la madre, Blanca Ledesma como el padrastro, Francisco Miño, los golpeaban y le tiraban su comida en el suelo para que se alimente y no cumplían con las condiciones mínimas de higiene. Además dijeron que lo mantenían encadenado “sólo por cobrar una pensión por discapacidad”.
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