Mientras los líderes mundiales alientan el consumo para mantener la economía de los países, una investigación revela que se consume un 30 por ciento más de lo que la tierra puede producir. El dato surge de un informe reciente del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), representado en la Argentina por Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA). La ONG alerta sobre las consecuencias de la sobreexplotación de los recursos del planeta y presenta cuáles son las principales urgencias ambientales de la Argentina. Entre los rubros más críticos se encuentran los bosques, los pastizales y los recursos marinos.
(Prensa FVS). La Argentina está degradando año a año sus recursos naturales. Si bien el consumo interno es bajo (150% menor que la capacidad de producción de los ambientes naturales), a través de las exportaciones de commodities (productos agrícolas, carnes, productos de la pesca), se están “exportando” bienes y servicios de los ecosistemas del país.
Entre los rubros más críticos se encuentran los bosques, los pastizales y los recursos marinos. En el caso de los bosques, en los últimos 5 años, el promedio de pérdida de bosques ronda las 300.000 hectáreas por año (equivalente a 15 veces la Ciudad de Buenos Aires). A este ritmo, en menos de un siglo se habrán perdido todos los bosques del país. En relación a los pastizales, más del 60% de la Pampa ya fue convertida para uso agrícola, y el 40% restante se encuentra muy degradado por un uso productivo intensivo. A su vez, los ejemplares adultos de merluza común, el principal recurso pesquero del país, fueron reducidos aproximadamente un 70% en los últimos 20 años, según datos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). Esta disminución afecta el equilibrio del mar argentino, la estabilidad de todo el sector y miles de puestos de trabajo.
“El otorgar un valor de mercado a los servicios ambientales ya es una tendencia en el mundo, y es previsible que en un futuro no muy lejano, la Argentina pueda posicionarse como un neto proveedor de estos servicios a nivel global. Pero depende de cómo hagamos las cosas en lo inmediato”, afirma Diego Moreno, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina. En este sentido, Vida Silvestre propone “comenzar a trabajar fuertemente en la aplicación efectiva de la Ley de Bosques, en el ordenamiento del uso del territorio, y en la definición de una política pesquera a largo plazo, basada en la capacidad de recuperación de la merluza”, concluyó Moreno.
La situación mundial
La situación ambiental del mundo es preocupante. Un informe reciente del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), representado en la Argentina por Vida Silvestre, muestra que el actual nivel de consumo de la población mundial supera en un 30% la capacidad de la tierra de brindar estos “servicios ambientales”, entre ellos alimentos, regulación del clima y provisión de fuentes de agua dulce. Por ello, estamos consumiendo el capital ambiental de nuestro planeta, es decir, las reservas que disponemos para nuestra propia subsistencia. En este contexto, está claro que las oportunidades de lograr un “desarrollo sustentable” se agotan día a día, si no se toman definiciones contundentes para conservar nuestros recursos naturales y aprovecharlos racionalmente.
fuente:lineacapital.com.ar
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